EL BUEN DIVORCIO
No puede olvidar:
Que el divorcio no es solo un
procedimiento legal, sino que afecta psicológicamente,
personalmente y emocionalmente tanto a la pareja como a los hijos. Deberá
prepararse para afrontarlo.
El problema no es el divorcio, sino el
mal divorcio. Si ambas partes se
encierran en sus posturas y se declaran la guerra los grandes perjudicados van
a ser siempre sus hijos. No sirve para nada.
De común acuerdo todos ganan. Todos ganan porque se evita los retrasos que pueden
durar años de incertidumbre mientras el juzgado dicta sentencia en un sentido u otro.
Todas las partes inician antes la recuperación de sus vidas y les permite
ahorrarse tiempo y energía mal gastada que requieren los procesos judiciales
que podrían haberse solucionado con acuerdo temprano. Además de todos los
gastos que ello puede conllevar en todos los sentidos.
Se separan los padres, no los hijos/as. El vínculo con los hijos es para siempre. Por lo que
se debe mantener buena relación con ambos progenitores.
Los hijos no son propiedad exclusiva del
progenitor custodio. Esta aptitud perjudica
muchísimo a los menores.
El divorcio no pone fin a las
obligaciones compartidas con respecto a los hijos/as. Los progenitores tienen la obligación de consultarse y
comunicarse de forma fluida las decisiones importantes de los menores.
Lo importante es la calidad en la relación
con los menores. Los obstáculos para
permitir una relación fluida del otro progenitor repercuten en la estabilidad
emocional de los menores y puede tener graves consecuencias incluso para el
progenitor que lo lleve a cabo otorgándole
la custodia al otro progenitor en dichos casos.
No utilizar a los hijos/as. No puede enfrentarlo frente a su padre o su madre,
los problemas son de la pareja y los menores no deben intervenir.
Facilitar
la adaptación de los menores a las nuevas parejas. La introducción de los
menores a esa nueva persona debe hacerse de forma progresiva y con mucho tacto.
Se recomienda ser muy precavido y dar espacio a los menores.
En
conclusión, recuerde que los menores van a sufrir las huellas de su divorcio. Intente
que sea lo menos perjudicial posible y que
lo vivan de la forma más
satisfactoria que este a su alcance.
Elija
siempre un profesional experto en familia para que le asesore desde el primer día
a favor de la familia no sólo de su propio interés.
Comentarios
Publicar un comentario